“Tenía explosión intestinal, no se despertó en un mes”, recordó. Sostuvo que la niña necesitó de tres meses de internación en el Hospital Materno Infantil para recuperarse de las heridas provocadas por los golpes que recibió el 27 de noviembre de 2017.
Rivero integró un grupo de siete testigos que declararon ayer en la continuidad del juicio oral, que ante la jueza Carolina Sanguedolce, se sigue contra una mujer y un hombre acusados de por tentativa de homicidio en perjuicio de las nenas, hijas de la mujer.
Rivero afirmó que por el relato de la mayor de las nenas, de 7 años, supo que el autor de los golpes fue el hombre. Lo mismo dijo otra testigo, tía de las chicas y quien tiene ahora su guarda. Esta testigo añadió que las chicas le dijeron que el padrastro las golpeaba y la madre no las defendía.
Otra testigo, Juana Rodríguez, que fue suegra del acusado, relató que su hija, ex pareja del hombre, lo denunció por violencia de género.
Por otra parte la maestra Liliana Vázquez, describió un cuadro de desatención de la nena mayor.
Por otro lado declararon ayer las psicólogas del Centro de Investigaciones Judiciales (CIF) que realizaron los perfiles de ambos acusados.
Mónica Jarruz, quien informó sobre el hombre, lo describió como impulsivo, inmaduro afectivamente, por lo que tiene tendencia egocéntrica, “lo que hace que sea difícil ponerse en el lugar del otro”. También dijo que “podría llegar a ser violento”.