Delfín Castedo dijo que es víctima de un complot político contra Romero

El sindicado capo narco Delfín Reynaldo Castedo se declaró el jueves 29 de setiembre, inocente del asesinato de la pequeña productora rural y comerciante Liliana Ledesma.

NDS |

Delfin Castedo se declaró inocente del asesinado de Liliana Ledesma
Delfin Castedo se declaró inocente del asesinado de Liliana Ledesma

El detenido aseguró que la acusación es el resultado de un complot político del kirchnerismo contra el entonces gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, actual senador nacional por el peronismo conservador.Castedo fue indagado ayer en la cárcel federal de General Güemes por el juez de Tartagal, Nelso Aramayo, quien le imputó el delito de homicidio doblemente agravado, por alevosía y el número de personas, y le negó el pedido de eximición de prisión que hizo su abogado defensor, Ramón Saldaño.


Igual que en la causa en la que se lo investiga como supuesto líder de una banda de narcotraficantes, Castedo eligió hablar. Según indicaron fuentes allegadas a la causa por el crimen de Ledesma, en este caso el acusado aseguró que existió “un complot de disputa política” entre el gobierno nacional que encabezaba Néstor Kirchner y el gobernador salteño. 

Intervención

Sostuvo que el kirchnerismo “quería intervenir la provincia” y por eso se montó un complot tras la muerte de la joven. Dijo que por eso vinieron a Salta los entonces diputados nacionales Nora César y Miguel Bonasso (que en realidad recibió en Buenos Aires a los pequeños productores que continuaron la lucha de Ledesma).
Castedo alegó que, dado que Ledesma lo había señalado a él, a su hermano Raúl “Ula” Castedo y al entonces diputado provincial José Ernesto Aparicio, como responsables, si le pasaba algo, es poco creíble que ellos la atacaran. La joven creía que la iban a matar porque los había denunciado públicamente por desmontes ilegales y el cierre de caminos vecinales con el aparente fin de liberar zona de frontera para el narcotráfico. Incluso ella misma había tomado fotografías sobre laboratorios de cocaína en el monte.

El señalado jefe dijo que para cuando se cometió el crimen, el 21 de septiembre de 2006, en Salvador Mazza, donde residían víctima y supuesto victimario, estaba en Buenos Aires y ahí recibió la llamada del enfermero Juan Moreno (condenado por encubrimiento del homicidio): “La han matado a la Negra, avisales a los chicos”, le advertía. 

“Algo político”

Entonces vino a la ciudad de Salta a reunirse con Aparicio y este le dijo que el caso se había convertido en algo político y que era mejor que se fuera del país, lo que hizo, aprovechando la extensa frontera de las fincas El Pajeal y El Aybal.

En el mismo sentido, Castedo sostuvo que el asesinato de la joven fue en el marco de una pelea entre narcotraficantes, porque Ledesma había mexicaneado (robado) un cargamento de droga. Para probar esto, dijo que un periodista boliviano y uno argentino (sería el chileno Juan Antonio Abarzúa, que se desempeñaba en el diario El Tribuno, de propiedad de la familia Romero) saben que la mujer era narcotraficante. En consonancia, su abogado, el oranense Ramón Saldaño, insistió para que éstas, y otras personas, sean traídas a declarar.

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