La situación se registró en la ruta 50 jurisdicción de Hipólito Yrigoyen a las 4 de la mañana cuando un sujeto que circulaba en un automovil Renault azul, hizo un giro en U para evitar llegar al control donde estaban los gendarmes.
Así se inició una corta persecución por parte de los hombres del Escuadrón 20 Orán, que al detener al sujeto advirtieron que llevaba en el vehículo 112 paquetes que tras la prueba de narcotest dio positiva para cocaína.
El pesaje de la mercadería arrojó que se trataban de 99 kilos 202 gramos que fueron incautados y puestos a disposicion del Juzgado Federal de Orán.
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El fiscal José Luis Bruno lleva adelante la investigación que si bien se había iniciado semanas atrás se vio acelerada la detención por este hecho aislado. El fiscal lo indagará durante la mañana de hoy.
El detenido Roberto César Castedo, es hermano de Reinaldo “Delfín” Castedo, apellido relacionado al narcotráfico por excelencia en la zona de frontera, circulaba solo con los casi 100 kilos de cocaína. En ese sector es habitual que los gendarmes adopten puestros de control móviles que se instalan en distintos sectores.
Así los efectivos del Escuadrón 20 Orán se encontraban desplegados sobre el kilómetro 1 de la Ruta Nacional N° 50 a la altura del Puente Río Colorado cuando observaron que se aproximaba un vehículo. La maniobra brusca alertó que algo extraño ocurría.
La organización del clan Castedo viene siendo cercada por distintos procedimientos que buscan desbaratar la organización de forma total.
Seguramente estas presiones que las distintas investigaciones van efectuando sobre el centro de la organización hace que se adelanten sus tiempos y cometan ciertos “errores” que llevan a que sean sorprendidos. Desde la fiscalía de Bruno se continúa ahora con esta causa.
Sin embargo trascendió que desde hace algunos meses Roberto Castedo estaba siendo investigado también por la fiscalía Nro.1 a cargo de Ricardo Toranzos.
Con el mismo sello del clan
El sello del "Delfin" ya fue advertido así en varios cargamentos secuestrados el año pasado. Ese sello que caracteriza a cada operativo de narcotráfico garantiza una cierta calidad de la droga.
Tal el caso de la droga, incautada en La Quiaca en julio del 2017. Se trataba de 47 paquetes con el logo de un delfín para simular la marca de calidad característica del Cártel del Golfo.
También en noviembre pasado se decomisaron en Senda Hachada unas mochilas que escondían en su interior ladrillos de cocaína que fueron abandonados y que en su sello llevaban un "delfín".
Estos sellos buscan identificar la calidad y pureza de la droga y evitar que los intermediarios adulteren la mercancía en algunos de sus estratos. Estos logotipos que simulan distintos animales u otros elementos se transformaron en verdaderas huellas que permiten efectuar un recorrido de la mercancía.
En algunos casos estos sellos son incluidos en el interior de los “ladrillos” y otras veces se les agrega una calcomanía en el envoltorio. Todo esto depende del productor y del transportista. Lo cierto es que la causa que encabeza ahora otro de los Castedo continuará siendo investigada para su ampliación.
La organización delictiva
Su hermano Reinaldo "Delfín" Castedo, líder del clan familiar, fue detenido en julio del 2016, tras permanecer diez años prófugo. Este capo narco contaba con la protección del ex juez Federal de Orán, Raúl Reynoso, al fallecido ex diputado provincial José Ernesto Aparicio y estaba vinculado a la causa “Carbón Blanco” que terminó en condenas por el tráfico de cocaína desde Argentina hasta Europa.
El otro engradnaje del clan Raúl “Ula” Castedo, fue detenido en Bolivia y extraditado a la Argentina; el 6 de junio del 2016, imputado como coautor del crimen de Ledesma y, asimismo, como autor de otros crímenes. Reinaldo Delfín Castedo, mientras tanto, permanecía prófugo y con pedido de captura internacional con los mismos cargos. Era propietario de 28.000 hectareas de tierra en la frontera con Bolivia.
Traficantes pagarán las investigaciones
derivadas de delitos federales
Ayer se publicó en el Boletín Oficial una resolución firmada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en la que se determinó que los gastos que se realicen para la investigación de delitos federales serán costeados por los mismos delincuentes.
Así desde ahora los narcotraficantes, falsificadores, tratantes de personas o contrabandistas, todos delitos federales afrontarán los gastos que se deriven de esas investigaciones.
La Policía Federal, la Gendarmería, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Prefectura deberán informar a los jueces de cada investigación sobre los gastos en la realización de tareas encomendadas para resolver los casos.
Así, los narcos u otros delincuentes de casos federales deberán pagar las pericias, traslados, narcotest, tareas de intervención telefónica o pericias contables y otras medidas, que se hagan durante la investigación.
Los costos serán presentados en los fallos pero además, la ministra Bullrich explicó que no esperarán en todas las ocasiones a que haya un fallo definitivo, sino que presentará medidas cautelares intermedias para hacer que a los delincuentes se les incauten los bienes en medio del proceso judicial.
La medida se desprende del artículo 531 del Código Procesal Penal que desde 1991 refería este tema de las costas para los delincuentes pero que hasta ahora nunca había sido aplicado. De allí se deriva que los bienes del investigado serán embargados y se utilizarán para afrontar los gastos.
“Es el momento para que el Estado destine los fondos en seguridad para prevención y no para sustentar los costos de una investigación”, dijo la funcionaria que remitió a que en Misiones el ultimo operativo de incautación de 4.200 kilos de marihuana le demandó 1,2 millones de pesos en traslados de los acusados y pericias.
