Se argumentó que no estaba habilitado y esta decisión demora el inicio de los juicios y provocó un gran malestar en el seno del Gobierno.
La Corte Suprema sostuvo que el Tribunal Oral Federal Nº 9, que iba a juzgar las causas más trascendentes de corrupción contra funcionarios kirchneristas, no puede hacerlo. Por unanimidad, la Corte afirmó que nunca fue "habilitado" y que entonces no podía recibir causas. Además, con los votos de tres de sus miembros, se negó a darle esa habilitación.
La Corte ordenó entonces que se volvieran a sortear todos los casos que había recibido el TOF 9, un cúmulo de causas de alto voltaje político que incluía la megacausa por lavado de dinero contra Lázaro Báez -"La ruta del dinero K"-, la investigación por la distribución de la obra pública kirchnerista y el presunto encubrimiento del atentado contra la AMIA. Por las dos últimas debe ser juzgada Cristina Kirchner.
El nuevo sorteo estaba previsto inicialmente para ayer pero no se conoció oficialmente esa medida. Los ministros de la Corte exhortaron "enfáticamente" a la Cámara de Casación, que fue la que le había asignado las causas, a que en lo sucesivo se abstuviera "de realizar actos que excedan su ámbito de competencia.