La tasa -por cada millón de pesos otorgado- pagará una cuota mensual que oscilará entre un mínimo de 4600 y un máximo que alcanzará los 6000 pesos.
El ministro señaló que se trata de “créditos subsidiarios, producto de haber salido del cepo cambiario y del default, y de haber conseguido las tasas más bajas de la historia”, dijo Caputo en una conferencia donde además lo acompañaron los titulares del Banco Nación, Javier González Fraga; del Banco Provincia, Juan Curutchet; y del Banco ciudad, Javier Ortiz Batalla.
El objetivo de la medida es paliar el déficit habitacional que existe en la Argentina, estimado en 3,5 millones de viviendas por el Gobierno.
El ministro de Finanzas, Luis Caputo, junto a su par de Economía bonaerense, Hernán Lacunza, y el de Hacienda del Gobierno porteño, Martín Mura, y los presidentes de los bancos públicos anunciaron los detalles de los nuevos préstamos.
La provincia de Buenos Aires y el Gobierno de la Ciudad anunciaron que rebajarán del 8 al 1,5% la alícuota del impuesto a los Ingresos Brutos, que afectan estos créditos, con lo que la cuota se reducirá alrededor de un 15%.
El presidente del Banco Nación, González Fraga, anunció que estos créditos estarán disponibles en los próximos días; mientras que el titular del banco Provincia dijo que: “Estamos ante un escenario donde la gente está recuperando la confianza”, reflejado en el aumento de personas que en la actualidad toman un crédito, y agregó que la muestra de ello son los préstamos por mil millones, sólo en automóviles, ajustables.
En tanto que el presidente del Banco Ciudad, Javier Ortiz Batalla, señaló que su entidad dispondrá créditos por un millón de pesos a 30 años, con una cuota de $5.993, a los que habrá que descontarle la alícuota de ingresos brutos para los clientes de la entidad.
Los presidentes de los bancos explicaron que las entidades mantendrán las actuales líneas a 20 años, a tasa fija, y que los nuevos créditos pueden destinarse para adquisición de viviendas, pero también a la construcción, ampliación o refacción de unidades habitacionales.
Datos del INDEC
Un nuevo relevamiento indicó que una familia necesitó en el mes de febrero un ingreso de 13.673,50 pesos para no ser pobre, lo que significó un aumento del 2,63% respecto de enero, indicó el INDEC.
La Canasta Básica Alimentaria, que determina la línea de indigencia, se ubicó para una familia tipo en 5.626,95 pesos, lo cual representó un alza del 1,78%, señaló el organismo público.
El estudio indicó, en tanto, que la Canasta Básica Alimentaria para ese mismo período analizado costó 1.821,02 pesos.
El Instituto señaló que durante enero, para un adulto la Canasta Total, que determina la línea de pobreza, se había ubicado en pesos 4.311,85, mientras la Alimentaria había sido de 1.789,15 pesos.