La convocatoria fue tal que superó las 40 cuadras, según estimó Mariana Martín, de la subcomisión Logística de la Organización, quien estuvo presente al durante toda la marcha para acompañar a las manifestantes y garantizar la seguridad y el autocuidado. Aunque aún no hay precisiones oficiales, se habla de que hubo 50 mil personas, un hito histórico para una ciudad de Chubut que tiene una población apenas el doble de sus visitantes.
Mujeres, travestis, trans, lesbianas, bisexuales, identidades no binarias, trabajadoras, sindicalistas, políticas, amas de casa, desocupadas, campesinas, y representantes de pueblos originarios fueron las protagonistas de un día importante en la agenda feminista. Fue sorprendente el número elevado de jóvenes que asistieron en esta edición.
La sede austral fue el lugar más chico de todas las localidades en que se realizó el Encuentro (Resistencia, Rosario, Mar del Plata, San Juan, Salta, Mendoza, Tucumán, Bariloche, Posadas, Buenos Aires, entre otras) en tres décadas y cumplió con el desafío de ver caminar a más de cincuenta mil mujeres y trans en una localidad de 100.000 habitantes que recibió a una cantidad de visitantes equivalente al 50 por ciento de la población el 13, 14 y (hasta) el 15 de octubre.
En el 33º Encuentro de Mujeres (que muchas piden que sea llamado también de lesbianas y trans) se llevaron adelante setenta y tres talleres en escuelas durante la mañana y la tarde del sábado y el domingo para tratar las estrategias para el aborto legal; la adolescencia; el activismo gordo; el trabajo sexual; las mujeres originarias; el fútbol; el acoso y muchísimos otros temas. Además, se realizó una marcha contra los travesticidios.
El reclamo por la separación de la Iglesia y el Estado se hizo sentir más fuerte que nunca con pañuelos naranjas que se sumaron al verde de la Campaña por el aborto legal, seguro y gratuito y con cantos y pintadas contra la influencia de las iglesias en los derechos y deseos de las mujeres y cuerpos gestantes.
Posibles incidentes
Hoy lunes será la jornada final, en donde se va a elegir la próxima sede 2019, en medio de un estado de alerta en Trelew, luego que se conociera la clausura de una estación de servicio por vender nafta en pequeñas botellas a jóvenes que llegaron para participar de este Encuentro Nacional y otra cerró antes de ser sancionada.
El hecho encendió alarmas en las autoridades teniendo en cuenta que con ello se podrían fabricar bombas molotov. No obstante, y por otro lado, las mujeres denunciaron persecución por parte de la policía, Infantería y Gendarmería.