La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada, aunque con modificaciones, los tres proyectos de ley que replican el contenido del megadecreto de "desburocratización" del Estado dictado por Mauricio Macri en enero.
La sesión terminó en escándalo después de que el interbloque de Cambiemos abandonara el recinto y dejara sin quórum el debate, justo antes de que se tratara la derogación o la aprobación del megadecreto.
Cambiemos logró avalar las iniciativas que reproducen el decreto 27/18 con acompañamiento de Argentina Federal, mientras que el massismo y el Frente para la Victoria-PJ formularon fuertes críticas.
Hasta que no se promulguen las tres leyes, el decreto 27/2018 sigue en vigor, incluso los puntos eliminados, como el artículo que habilitaba el embargo de las cuentas sueldo y los dos artículos que flexibilizaban el manejo de los fondos de la Anses.
La oposición encabezada por el kirchnerismo y el massismo buscaba su rechazo de la batería de modificacines del polémico decreto de necesidad y urgencia. De los siete diputados salteños, seis acompañaron los tres proyectos oficialistas, salvo Sergio Leavy.
Fue la referente del massismo Graciela Camaño quien advirtió que se vislumbraba "una maniobra" y su temor a que “se levanten los diputados del oficialismo, acá no haya quórum y no hagamos lo que constitucionalmente corresponde, que es rechazar o aceptar el DNU. Sean responsables, quedémonos hasta el final; comprometámonos con el número y pongamos a votación del decreto de necesidad y urgencia”, abogó.
Rossi reclamó reglamento en mano que no podía hacer una incorporación de la moción de Negri, pero otra vez determinante, Monzó insistió en que se iba a votar la incorporación sobre tablas: “No, no voy a hacer lo que usted quiere, Kicillof; soy yo el presidente de la Cámara, no usted”, le advirtió el titular del Cuerpo ante los gritos del exministro de Economía. De ahí en más la seriedad de la sesión se desdibujó y terminó en un escándalo de gritos.
La votación no obtuvo los dos tercios necesarios, cuando los diputados del oficialismo empezaron a pararse e irse. Monzó casi no reaccionó y extendió el debate una hora más, a pesar de que ya no había quórum.