El escándalo surgió a raíz del rechazo de la solicitud de detención del sindicalista Pablo Moyano que había sido requerida por el fiscal de Lomas de Zamora Sebastián Scalera, quien lo consideró como "jefe" de una asociación ilícita con negocios vinculados al club Independiente.
Moyano está acusado por el fiscal por varios negocios que habría llevado a cabo en la institución de Avellaneda, desde la venta de jugadores a reventa de entradas o bien el apriete a jugadores y cuerpo técnico a través de la barra brava de Independiente.
El magistrado explicó en su resolución que "no puede involucrarse" al dirigente "en asociación alguna de individuos para cometer delitos y menos en carácter de Jefe". A la vez, Carzoglio señaló que "las presuntas acciones y conductas de Moyano de ningún modo, y por el momento, pueden considerarse abarcadas".
El escándalo y las acusaciones a medios
A partir de que el juez bonaerense Luis Carzoglio, decidió rechazar este pedido de detención, denunció ayer en una conferencia de prensa, que tras filtrarse su resolución, recibió amenazas de muerte, y lamentó la presión que sufrió por parte de los medios oficialistas.
“No me dejó presionar por la campaña llevada a cabo por el Grupo Clarín-La Nación”, sostuvo el magistrado en la rueda de prensa en la que explicó que a través de la Procuración de Provincia filtraron información a los medios hegemónicos para tirarle "carpetazos" e influir así en el pedido de detención a Pablo Moyano.
En este sentido, el juez confirmó “el trascendido que se difundió a través de las redes” en cuanto a que no ha hecho lugar a la orden de detención pedida por el agente fiscal Scalera, y responsabilizó de la filtración de esta información “al personal de la Fiscalía General de Cámara de Lomas de Zamora”.
“Con respecto a la información difundida por La Nación y reiterada en Clarín, es un 50 por ciento correcta y el resto son todas mentiras; son los famosos carpetazos y a mí no me van a correr con eso”, insistió Carzoglio, y reveló: “Mi señora hoy recibió llamados telefónicos amenazándola de muerte a ella y a mí”.
El magistrado indicó que “las amenazas fueron con posterioridad a haber hecho la resolución”, pidió que se terminen “los aprietes y las amenazas” en el país, y apuntó contra “periodistas televisivos como el señor Majul, el señor Feinmann, el señor Ventura, o el señor Lanata”, que cuestionaron su trayectoria.