Están procesados por "administración fraudulenta" a raíz de la venta de dólar futuro al final de su gobierno.
El juez federal Claudio Bonadio dio por cerrada la investigación, envió la causa a sorteo y quedó designado para el juicio el Tribunal Oral Federal 1, a cargo de José Michilini, Adrián Grunberg y un tercer miembro subrogante a designarse, de acuerdo con el procedimiento que se realiza en la Cámara Federal de Casación Penal.
Este debate oral se convertirá en el primero que enfrentará la ex mandataria, quien ya fue indagada por Bonadio en otra pesquisa por la sociedad familiar "Los Sauces" y se encuentra procesada también por supuesta asociación ilícita en una causa a cargo del juez Julián Ercolini, que investiga el direccionamiento de las obras públicas en Santa Cruz en favor de las empresas de Lázaro Báez y Cristóbal López.
Junto a Cristina Kirchner fueron enviados a juicio oral otros 14 procesados, como Kicillof, Vanoli y directivos del Banco Central, entre ellos Pedro Biscay, por un fraude que -según la Justicia- provocó un perjuicio a las arcas del Estado del orden de los 55.000 millones de pesos.
Todos serán enjuiciados como coautores del delito de "administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública", figura para la que se prevén penas de hasta seis años de prisión.
Bonadio los había procesado en un fallo confirmado por la Sala II de la Cámara Federal porteña, que dejó firme además el máximo tribunal penal del país, Casación Penal.
"Los hechos resultan claros, precisos y circunstanciados", sostuvo ahora el juez al repasar el dictamen acusatorio del fiscal federal del caso, Eduardo Taiano.
El juez entendió que "existen los presupuestos que justifican la realización de un juicio" y criticó a las defensas que se opusieron, en planteos que desestimó.
"Los escritos de las defensas que se opusieron al juicio no lograron conmover los argumentos", argumentó el magistrado, quien además señaló que "resulta paradójico que, quienes debieran ser los más interesados en que este proceso avance y se acerque al momento en que se encuentre en condiciones de obtener un pronunciamiento judicial que ponga fin a la incertidumbre", se opongan a que la causa pase a la instancia oral.
No fue así el caso de la ex presidenta y de Kicillof, cuyas defensas no apelaron el procesamiento en ninguna instancia y proclamaron su deseo de ir pronto a juicio.