En ambas dependencias trabajan unas 800 personas y según anticiparon sus autoridades a los dirigentes de ATE habrá unas 100 cesantías. El aviso de los próximos despidos vino de la mano de un centenar efectivos de la Gendarmería a Río Tercero, que ingresaron a la fábrica para "salvaguardar" las instalaciones. Los gendarmes llegaron a la planta de Río Tercero poco antes de las nueve de la mañana.
Alerta de trabajadores
El arribo de la Gendarmería puso en alerta a los 300 trabajadores que en ese momento desarrollaban sus tareas en ese lugar, donde hace días circulaba el rumor sobre la inminencia de un ajuste.
Dirigentes de ATE se reunieron con los responsables de la fábrica, quienes les comunicaron la decisión de Defensa de continuar con la reducción de personal.
Daniel Albornoz, de ATE, manifestó que están previstos 70 despidos en Río Tercero y 42 en Villa María. “Nos conminaron a irnos en forma pacífica y así dejar en portería la lista con los 70 despedidos”, explicó sobre la situación en la fábrica de Río Tercero.
La llegada de los gendarmes fue tomada como una provocación por el gremio de estatales.
Los trabajadores decidieron levantar la ocupación pacífica de la planta que habían resuelto en una primera instancia y abrir una ronda de diálogo con autoridades y dirigentes políticos de la ciudad, con el intendente radical Alberto Martino a la cabeza.