La devaluación, afectó el bolsillo de los argentinos y según estudios realizados por la firma Kantar World Panel, experto global en comportamiento del consumidor, ocho de cada diez argentinos restringieron notablemente su consumo.
La práctica llevada a cabo por el consumidor consiste en que éste aumenta sus visitas al supermercado pero achica el volumen de la compra y respecto a las marcas elegidas se estableció que las segundas marcas fueron las únicas que lograron crecer.
Según las mediciones realizadas por la consultora los niveles socioeconómicos más afectados fueron el medio bajo y el bajo inferior. El año concluirá con una caída en torno de 4%, la cifra más alta desde 2001.