Durante la Guerra de los Balcanes en 1991, un sangriento conflicto territorial que se dio en la antigua Yugoslavia, Modric fue un niño refugiado cuyo abuelo terminó asesinado por los rebeldes serbios a unos metros de su casa.
Esta tragedia derivó en la huida inmediata de Obrovac, su lugar de nacimiento, junto a sus padres Stipe y Jasmina, quienes lo protegieron de las balas y las constantes bombas.
Con los años y después de muchísimo esfuerzo, el rubio mediocampista llamó la atención del Dinamo de Zagreb y el Tottenham inglés. Hoy, a los 32 años y después de una vida cargada de sufrimiento, mudanzas y peleas políticas, Modric conquista al mundo con la sorprendente Croacia.
Pero paralelamente, el mediocampista se encuentra envuelto en una polémica, tras ser acusado por falso testimonio durante la investigación judicial del caso Zdravko Mamic, y el castigo podría ser de cinco años de prisión.
Mamic, ex presidente de la Federación croata de fútbol y del Dinamo de Zagreb, fue condenado a seis años y medio de prisión por malversaciones millonarias relacionadas con el traspado de jugadores. Entre ellos, de haber recibido el 50% de la transferencia de Modric.