El xeneize dejó atrás una racha histórica de 617 días siendo puntero del fútbol argentino, teniendo en cuenta que además consiguió el bicampeonato de la Superliga en las últimas dos temporadas. Y ahora se quedó sin invicto en el torneo.
La apertura del marcador llegó tras un corner y dos cabezazos en el área. Primero ganó Lugüercio y Noguera definió.
Herido, Boca fue en busca de la igualdad. Pero abusó del pelotazo y ni los ingresos de Villa y Abila fueron la solución del Guillermo.
Pero el segundo fue mejor. Matías Pellegrini superó 3 rivales y definió ante la salida de Andrada.
La pelota parada
Para Leandro Benítez, el DT de Estudiantes “la pelota parada es una herramienta que debe aprovecharse teniendo en cuenta los pateadores y cabeceadores que tiene.
“Lo que queremos es esto, intensidad, agresividad, de ser un equipo y de a poco lo vamos encontrando. Falta mucho pero tuvimos más juego que con Gremio y le cortamos el circuito a Boca que es su fuerte", añadió el Chino.
Respecto al ingreso de Noguera, destacó que "no es la función de él pero sabíamos que podía cumplir, con otras características a las de Sánchez, pero ayudando mucho en la marca. Hizo el gol. Tuvo su oportunidad y la aprovechó".
"Así será difícil ganar la Libertadores"
Leonardo Jara, analizó el partido frente a Estudiantes y fue muy duro con la actuación de su equipo. "Muy mal. Jugamos a lo que quería Estudiantes, al pelotazo. Y así se va a hacer muy difícil ganar de nuevo una Copa", comentó.
"Sabíamos que Estudiantes iba a proponer un juego así, de pelotazo, y nosotros tratar de luchar la segunda pelota. No supimos contrarrestarlo, entramos en el juego de ellos y por eso llegaron al triunfo", añadió.
"Tenemos que jugar de local y de visitante de la misma manera. Y de tratar de salir jugando, que es lo que proponemos de local”.
Se le escapó a San Martín
“El Ciruja” tucumano se frotaba las manos con el mejor regreso a la primera división.
La Ciudadela explotó en el minuto 21, cuando Franco Costa superó al eterno Nereo Fernández. San Martin ganaba y el estadio, repleto, era una fiesta.
El local buscó ampliar la ventaja, pero el Tatengue se defendió bien y trató de salir de contra.
En el primer cuarto de hora, cuando el marcador estaba en blanco, el arquero Arce arriesgó demasiado al intentar una gambeta en el área chica ante Mauro Pittón, que alcanzó a "pellizcar" la pelota que se fue a centímetros del arco tucumano. Fue un llamado de atención de que no debía confiarse.
A ocho minutos del final, el uruguayo Diego Zabala ganó un centro enviado desde la izquierda y marcó la igualdad.
Gran recibimiento:
El santo es así. Cada vez que juega de local, congrega una multitud. Como ayer, no se observó ningún vacío.
Y lo que también importa es ese gran recibimiento que recibe de parte de inmensa parcialidad.