Un gol desde el vestuario y un penal dudoso y cobrado con “delay”, sentenciaron la segunda derrota de Central en la Copa Argentina, la primera como visitante, en un partido con polémico arbitraje del misionero Gastón Ramírez.
A cinco minutos de iniciado el partido, Ferroviario dejó quieto a Central. Tras un centro al área, Joel Badaro definió cambiándole de palo al “Gato” Rodríguez ante una defensa dormida, y cantó el primero de la tarde. Después del gol, el local tuvo otra chance más, pero el arquero “Cuervo” no se la dejó pasar.
Así, el humilde equipo de Yury Kordylas manejó el partido de arranque, y sin ser demasiado superior se paró bien, jugó bien, y de a poco fue controlando a su rival. Central tuvo sus llegadas pero también sus falencias defensivas, luego perdió el balón, y se desdibujó después de la primera media hora.
En el complemento, las cosas cambiaron cuando el protagonista pasó a ser el árbitro Ramírez. Comenzó expulsando al “Cholo” Morales, DT de Central, y a sus colaboradores. Más tarde, el referí volvió sobre sus pasos y cobró un penal por indicaciones de su asistente, a pesar de antes haber dejado seguir la jugada. Emiliano Brunetti cambió por gol para ampliar el triunfo del local.
Y por si fuera poco, el misionero Ramírez le perdonó la vida a Vega, quien se cruzó con Armella en una dura falta, y ambos terminaron amonestados, el “Boby” por protestar.
La revancha de la tercera eliminatoria regional de la Copa Argentina será el próximo jueves en Salta, con escenario a definir ya que el lunes se confirmaría la suspensión por dos fechas del Dr. Luis Güemes.