Los festejos del Año Nuevo Andino -solsticio de invierno- fueron organizados por el Consejo Internacional de Residentes Bolivianos en el Exterior (CIRBE), declarados de Interés Ministerial.
La ministra de Asuntos Indígenas y Desarrollo Social, Edith Cruz, participó de la celebración realizada para festejar el 5.526 Año Nuevo Andino Inti Raymi, con la organización del Consejo Internacional de Residentes Bolivianos en el Exterior (CIRBE).
La actividad se desarrolló en inmediaciones del terraplén situado la intersección de las avenidas Bolivia y Patrón Costas, en donde se emplazó el Campo para desarrollar la Ceremonia Andina ayer por la mañana.
Durante el encuentro, diferentes agrupaciones presentaron cuadros de zapateo potosino, morenada y tinku, y además grupos musicales que animaron la velada. “Que hoy al iniciar el solsticio del Inti Raymi, los rayos del sol brillen en cada hogar por la unión y la paz social de todos”, manifestó al respecto la ministra.
Tanto la celebración como la ceremonia del Inti Raymi, fueron declaradas de Interés Ministerial, al considerar que mantienen vivas las costumbres de nuestros pueblos originarios, en este caso de la etnia kolla, a través de la ceremonia en honor a Inti (Dios Sol).
La celebración estuvo encabezada por Rubén González, vicepresidente del Consejo Internacional de Residentes Bolivianos en el Exterior (CIRBE) y organizador del evento, al que también asistió el secretario de Asuntos Indígenas, Enrique Rojo.
En el cerro San Bernardo
Durante las primeras horas de la salida del sol, en la cima del Cerro San Bernardo, se realizó una escenificación de esta ceremonia ancestral de recibimiento del sol en el Año Nuevo Andino. La misma estuvo a cargo de la Fundación Ecos de la Patria Grande, con invitación abierta al público, según lo informó Katia Gibaja, referente de esta institución.
La reconocida estudiosa de la cultura altoandina, detalló que se trata de la celebración del solsticio de invierno, “el momento en que el sol retorna a la tierra”. Allí detalló que la ceremonia es un relato de “cómo se hacía en Cuzco el encuentro con el sol, en los 5.526 años del mundo andino”.
Gibaja manifestó también que la elección del Cerro San Bernardo para esta ceremonia, responde a que esta elevación es un “apu”, un lugar de protección de la ciudad.
Por último, la referente manifestó que el lema de este año es “el despertar de Los Andes” con un homenaje a los niños del Llullayllaco.